Mi experiencia en la Administración me lleva a pensar que en los procesos de provisión reglados se atiende a principios de mérito, capacidad y en principio ahí se ve igualdad. Otra cosa son las libres designaciones o las comisiones de servicio en las que hay criterios subjetivos que pueden revelar desequilibrios o desigualdades.
Nada tiene que ver la Administración de la década de los 80 con la de ahora, las jefaturas de servicio estaban copadas en su inmensa mayoría por hombres, en general los Altos Cargos eran -casi todos-hombres. Cierto es que también quedaban cuerpos a extinguir que habían entrado en la Administración por otros cauces y no por oposición, que no existía tanto control y que algunos procedimientos consistían en tirar de teléfono para que el compañero de turno te levantase el reparo de intervención...
En definitiva mi contribución a la igualdad en el trabajo ha consistido en trabajar tenazmente, conciliando mi vida familiar y sin que ésta sirviera de excusa para no rendir suficientemente.
Probablemente he sido afortunada porque en mi entorno personal me he sentido muy apoyada.